Recién diagnosticados

Recién diagnosticados

Por lógica, si estás leyendo esto significa que te acaban de diagnosticar, a ti o a un familiar/amigo cercano. Así que, antes de nada, enhorabuena.

Si te han diagnosticado muy rápido, quizá no sabes valorar este momento (tranquilo, ya lo harás, esto es como cuando te independizas de la familia y al tiempo te das cuenta de lo bien que vivías antes...). Pero seguro que estás para pegarte una fiesta de 3 días (sin toque de queda) si por fin han encontrado la causa a todo tu malestar y mal humor de los últimos años. ¡Ahora ya no tienes excusa! Así que ves buscándote otra 😉

Vamos al lío. Antes de nada, te recomendamos que te des una vuelta por la sección de Preguntas Frecuentes.

Ahora, iremos por partes, porque por muy Steve Jobs que seas, hay momentos de cortocircuitos. Clica y despliega el tema que más te interese:

BIENESTAR EMOCIONAL:

Por muy naif y hippypiji que suene, el bienestar emocional existe y será fundamental para convivir con la celiaquía. Los primeros pasos:

  • No te agobies, que esto no es irse a vivir con la novia. Hay cosas urgentes que cambiarás en seguida, otras en las que te tomarás tu tiempo y te irás adaptando. Es bueno que los cambios sean progresivos para no volverse locos. Y si no, mira cómo terminó Miley Cyrus. Nosotros, tras un año de diagnóstico, seguimos aprendiendo y cambiando cosas.
  • Explícaselo a familiares y amigos. Sobre todo a los que conviven contigo y los abuelos, si el diagnosticado es el peque de la casa. Ármate de paciencia y de una gran sonrisa; te advertimos ya que lo tendrás que explicar muchas veces (como cuando te vendes en cada una de tus primeras citas). A veces te aburrirás tú misma de contar el mismo rollo, pero… Recuerda aquello del karma: es responsabilidad de todos enseñar al resto para que te lo devuelvan en formato de comprensión y sabiendo las precauciones a tomar. Sí…. Maldito karma….
  • Informa a los que están directamente implicados en tus comidas, por ejemplo, el comedor escolar, campamentos de verano, la gente de recursos humanos, si vas de invitado a bodas, etc. Deben saber tu diagnóstico lo antes posible para adoptar las medidas necesarias. Afortunadamente, ya no estamos en los 90 que cuando decías que eras “celíaco”, te contestaban “No seas bobo, ¿cómo vas a ser un pelícano?”. Ahora muchas empresas y servicios están formadísimos en la celiaquía. Y en caso de que no, los rediriges a celiAc plAn 😉
  • Olvídate de que el universo se ha vuelto en tu contra y que esto sólo te podía pasar a ti. ¡¡¡¡¡¡Helllllooooooouuuuu!!!! Ni la celiaquía es el fin del mundo, ni tú el náufrago de Tom Hanks. Somos muchos, así que comparte dudas, haz preguntas, escucha a la comunidad. Ves entrando en la sección de consejos y síguenos en redes sociales. Aprenderás truquitos, siempre con toque de humor y, mejor aún, no te sentirás solo.
EN LA COCINA:
  • Limpio. ¿Conoces este término? Ni obseso de la limpieza, ni Torrente. Simplemente un limpio medio. De hecho, estaremos de acuerdo que éste es un consejo universal válido. Pero por si acaso, que hay mucho guarrindongo (y guarrindonga, que en este saco hay de todo) suelto… remarquémoslo. Para evitar contaminación cruzada es vital que la cocina siempre esté bien limpia, así como las áreas en común donde soláis comer. También cuidad la higiene personal como las manos, la cara... ¡ya verás la dermis que se te va a poner!
  • Si sois varios en casa, el plato sin gluten siempre va en el carril VAO; tendrá prioridad ante los platos con gluten. Ya sea en los fogones, en el horno, en la encimera…
  • Trapos y bayetas propias. Ya iba siendo hora de que cambiaras los trapos, así que aprovecha y compra un par de uso exclusivo para ti.
  • Utensilios de cocina. Más de lo mismo. Siempre bien limpias y de uso exclusivo para la celíaca de la casa. No los mezcles con cazuelas en los que se prepare comida con gluten. Y deja de usar los que sean de material poroso como la madera.
  • Te vas a volver influencer y coach en un santiamén. El mindfulness aterriza en tu casa. Ahora que está de moda esto de tomar consciencia de lo que se está haciendo en cada momento, lo vas a tener que aplicar al 100%. En casa, id con cuidado de que lo que no tiene gluten no se contamine. En el caso de que algo con gluten toque algo sin gluten, esta superficie deberá limpiarse al momento o si no avisad al resto de convivientes. Por ejemplo: una mantequilla sin gluten que, por despiste, hemos cogido un poco con cuchillo que sí ha tocado pan con gluten. Esa mantequilla ya no la puede consumir la persona celíaca.
  • El horno úsalo siempre sin aire. Imaginaos un aspersor gigante que en lugar de agua esparciera gasolina. Desagradable y tóxico, ¿verdad?
DESPENSA Y NEVERA:
  • Pon la cocina patas arriba. Es el momento para hacer la limpieza a fondo que hace tiempo que no haces. Limpia hasta el último rincón de los armarios y chequea producto a producto: qué lleva gluten, qué no lleva gluten. Las que tengas duda ponlas en cuarentena hasta que te informes un poco más. Esto no ha hecho nada más que empezar 😉
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  • Por regla general, pon los productos sin gluten en las estanterías más altas. Si se cae algo, al menos éstos quedarán intactos de contaminación cruzada.
  • La despensa hay muchas maneras de organizarla y depende mucho del tipo de alimentos que soláis consumir en casa. Puedes tener un armario sólo para productos sin gluten. Otra opción es ordenar los armarios por tipo de producto (siempre que cumplas la regla anterior): pastas y desayunos en un armario, conservas, legumbres, etc. siempre que quede claro para todos los miembros de la familia.
  • La nevera. Igual que en la despensa, las cosas sin gluten arriba, sobre todo en la puerta de la nevera. Se puede dedicar un cajón exclusivo. El cajón de fruta y verdura no afecta para nada ya que estos alimentos no contienen gluten.
  • Regla de oro. Nada sin tapar ni mal colocado. Los alimentos siempre deben estar bien almacenados y herméticos. Los tuppers mejor de cristal.
  • Los convivientes que no sean celíacos pueden seguir consumiendo pan, pasta, cereales, galletas con gluten. Eso sí, en cuanto a las harinas, te recomendamos que te pases a las sin gluten directamente para toda la familia. Hay infinidad: la de arroz, garbanzos, almendra, maíz, tapioca…. Es muy incómodo y poco práctico tener que cocinar con dos harinas diferentes, con todas las medidas de precaución que eso conlleva. Ahora, si te va el riesgo… tú misma.
PRIMERA COMPRA:
  • Aunque no te hayas fijado hasta ahora, en tu supermercado de referencia seguro que tienen oferta de productos sin gluten, tanto de marcas comerciales como de su propia marca blanca. No tienes que irte a Marte a buscarlos, no te preocupes.
  • Si buscas más variedad y productos más “raritos”, los encontrarás fácilmente en comercios especializados más enfocados a dietética tipo Veritas, Molsa…
  • Olvídate de los alimentos a granel, son la orgía de la contaminación cruzada. Ahí nadie controla ni garantiza nada. Así que ya te puedes saltar la parada en la charcutería para embutidos y quesos y tachar de tu lista de la compra todo lo que sea a granel como los frutos secos (excepto los de cáscara), carne, olivas, chuches, cereales, semillas, especias, infusiones…
  • Todos aquellos productos que de forma natural no tienen gluten, no necesitan estar etiquetados con el concepto “sin gluten”. Aquellos productos que hayan sido manipulados de alguna forma (yogures de sabores, carne picada…) deben estar etiquetados o bien “sin gluten” o bien “con gluten/trazas de gluten”. Todos aquellos productos que sí se lo hayan añadido, aunque no tenga que ver con el producto originario, sí deben especificarlo.
  • Compra verdura, fruta y pescado fresco con total tranquilidad. No tendrás nunca problemas.
  • Legumbres: sin problema con los garbanzos, alubias, etc. Con legumbres más pequeñas como las lentejas hay que ir con ojo que no se haya colado ningún cereal. Eso pasa por su pequeño tamaño. Hay que jugar a “buscar la aguja en el pajar” en un plato, extender las lentejas, separarlas y si está todo en orden a lavarlas y cocerlas.
  • Alimentos de cereales varios sin gluten: Pasta, muesli, tostadas saladas, palitos, pan, galletas…
  • Frutos secos, barritas energéticas, semillas
  • La carne siempre envasada (al menos hasta que encuentres una carnicería que te garantice que no trabajan con ingredientes que puedan causar contaminación cruzada). Si es carne manipulada tiene que especificar que no contiene gluten (hamburguesas, albóndigas, carne picada, carnes adobadas, etc.)
  • Lácteos: los naturales no contienen gluten y no deben especificar en la etiqueta que no lo tienen. Sólo los manipulados deben especificar si contienen gluten o no. Por ejemplo, los yogures con sabores y trocitos de fruta, quesos rallados, quesos en formato crema para untar…
  • No nos cansaremos de repetirlo. Lo más recomendable es consumir productos lo más natural posible y poco procesados para llevar una dieta saludable y reforzarla con ingredientes que ayuden a tu sistema inmunológico.
MEDICINA:
  • Tus personas de referencia siempre deberán ser tu médico de cabecera y el especialista que te lleva.
  • Cuando ya estés un poco más asentada en esta nueva etapa, te aconsejamos que pidas cita con un nutricionista, a través de tu médico de cabecera. El nutricionista te dará cuatro consejos de qué debes consumir más, qué menos y si el equilibrio es adecuado según tu ritmo de vida. No es visita imprescindible, pero oye, mal no te va a hacer.
  • Continúa la limpieza a fondo, ahora con tu botiquín. Sí… ya que te pones a mirar prospectos para saber cuáles pueden contener gluten o no, aprovecha para chequear las fechas de caducidad y hacer una buena donación a la farmacia,
  • Cuando te receten algo nuevo, recuérdale al doctor que compruebe ese medicamento no contiene gluten.
VARIOS:
  • Suficiente estrés debes llevar hasta ahora. Tranquila, ya vamos terminando. Aunque parezca mentira, la industria también utiliza el gluten en productos como el maquillaje, pintalabios, así como material infantil (rotuladores, ceras, plastilinas).
  • También los jabones artesanales que los cortan y venden a granel. Pregunta antes los ingredientes. No sea que te vayas a lavar las manos con jabón que, muy hecho a mano, pero que contenga espelta (mandaría huevos…)
  • Para salir de casa, ya sea para comer fuera o viajar, chequea algunos consejos en esta sección. Básicamente tendrás que planificar más y podrás improvisar menos. Pero nada que te quite el sueño.
  • Hay muchas aplicaciones para saber la calidad de los productos que compras y su valor nutricional. Nosotros recomendamos YUKA por su facilidad de uso y simplicidad. https://yuka.io/es/ Obviamente no es obligatorio usar ninguna. Pero si eres un poco freak y quieres saber un poco más, este tipo de apps te pueden ayudar.

Recuerda. La celiaquía es una enfermedad crónica. No es una moda pasajera a la que uno quiera sumarse de forma voluntaria. Así que ves con cuidado con los consejos procedentes de influencers que siguen esta tendencia ya que muchas veces no contemplarán las peculiaridades de la celiaquía.

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Una vez superada esta primera fase de “ohhh diosss mío” verás que hay que ir con cuidado, pero no es para tanto. También es posible que termines haciendo cosas que nunca imaginabas que harías, como hacer tu propio pan, cocinar más, introducir alimentos nuevos (¡y ricos!) en tu cesta de la compra habitual, cambiar para bien algunos hábitos, no sólo tuyos si no de los tuyos. Y sobre todo, te sentirás mejor, con energía, motivada para hacer cosas. Te sentirás bien. Que es de lo que se trata. ¿Quién se apunta?

¿El gluten condiciona todo en tu vida?

No dejes que la celiaquía te frene en nada. Hay vida más allá y puede ser NORMAL. Normal de fantástica, claro.
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Ahora sólo tienes que apuntarte aquí abajo 👇, si no lo has hecho ya. Nos leemos pronto. 🤗